El camino que recorremos no siempre es fácil. Requiere disciplina y un honesto auto-examen, y con el tiempo puede requerir que reordene nuestras vidas. Sin embargo, podemos sentir que nuestra práctica nos protege de los problemas. Pero no importa quiénes seamos o cómo practiquemos, no podemos evitar las dificultades. Nada puede protegerte totalmente, ni el pequeño tú, el tú que se ve a sí mismo como separado de la gente que te rodea.
Cuando estamos atrapados en el miedo, nuestras buenas intenciones se pierden.
Nuestra actual condición compartida es una de miedo generalizado. Cuando estamos atrapados en el miedo, nuestras buenas intenciones se pierden. El miedo eleva al pequeño yo al valor más alto. La compasión es lo que escucha el sufrimiento de los demás. En condiciones de miedo, nuestro propio ruido puede ahogarlo. La sabiduría es en parte un reconocimiento de nuestra interdependencia; el miedo puede ocultarnos eso.
Todo lo que conozco está muriendo: este cuerpo, mis ideas, mi punto de vista, mis deseos y demandas, todo esto sube y baja. No importa lo que haga hoy, aún así voy a morir eventualmente. Enfrentar la impermanencia es un tipo de sufrimiento fundamental e impersonal. Cuando tocamos este lugar, nos damos cuenta de que nuestro dolor no es único. Es aquí donde la bodichita, el deseo desinteresado de buscar el despertar de los demás, puede surgir. El pensamiento de la iluminación aparece cuando vemos nuestra conexión con el mundo, nuestro inevitable enredo con todos los seres. Asumir la responsabilidad, entonces, es un acto de intrepidez. Compartimos la culpa y el dolor. Encontrar la impermanencia sin reservas es una liberación, porque cuando nos damos cuenta de la naturaleza transitoria de todas las cosas, el pequeño y separado yo no aparece.
Kshanti se traduce como tolerancia, paciencia, humildad, templanza y perseverancia
Entonces, ¿cómo avanzamos, aislados físicamente unos de otros y de nuestros apoyos habituales? Bodhidharma, el maestro al que se le atribuye el haber traído el budismo zen de la India a China, dijo que una de las prácticas básicas del camino es soportar las dificultades. Recibimos los frutos de acciones pasadas durante muchos períodos de tiempo, y los pensamientos de justicia no se aplican. Esta resistencia es a veces llamada kshanti en sánscrito. La palabra también se traduce como tolerancia, paciencia, humildad, templanza y perseverancia. Kshanti es tranquilo, sin ser perturbado por las condiciones, y por lo tanto ofrece una gran protección contra la desesperación. Cuando aguantamos, no nos impulsa la reacción. Kshanti es una especie de relajación profunda en todas las circunstancias. Esto no es pasividad, es lo que nos permite ser efectivos. Podemos trabajar con las condiciones en lugar de contra ellas.
Nadie se sienta en el cojín por ti, nadie te da las respuestas, nadie enfrenta tu pasado por ti
También podemos apoyarnos en este tiempo a solas. El budismo tiene una gran tradición de soledad. Después de todo, la práctica es sólo suya. Nadie se sienta en el cojín por ti, nadie te da las respuestas, nadie enfrenta tu pasado por ti o toma tus decisiones por ti. No siempre es fácil, pero si lo que realmente queremos es una comprensión profunda, tenemos que ir allí, a nuestra propia lucha. Nadie puede revelarme mi corazón, excepto yo mismo.
En este momento inusual, estar solo es parte del camino del bodhisattva. Es la forma en que salvamos a todos los seres. Puede que estés luchando con la soledad, pero te insto a que veas esto como una visión falsa. La soledad es una sensación de estar separado, aislado de los demás, y esto no es realmente posible. Estáis unidos; estáis juntos. Sentirse solo es diferente. Muchos de nosotros estamos solos ahora; esto es sólo notar que necesitas a otros, que extrañas su presencia.
Da un paso gigante hacia el interior. Cultiva el estar simplemente solo. Descubre lo que es ser profundamente consciente de uno mismo de una manera cómoda, consciente de uno mismo como un todo y sin perder nada. Debes saber que en tu lucha, estás con todos los seres, porque nuestra verdadera lucha es la misma: encontrar nuestro camino a la unidad, a la no-separación, en esta frágil forma humana.
En este mismo momento, podemos dejar nuestra falsa separación, y nuestros límites se expandirán y reformarán para sostener el mundo. Esta es la verdadera libertad.
Este artículo está basado en Alone on the Bodhisattva Path publicado en Tricycle: The Buddhist Review.