En 2015 la ONU aprobó la Agenda 2030 sobre el Desarrollo Sostenible con el propósito común de mejorar la vida de todos, sin dejar a nadie atrás.
17 objetivos que suponen 17 retos globales en los que todos los países miembros se comprometen a trabajar con firmeza para conseguir su cumplimiento.
El compromiso no sólo corresponde a las instituciones públicas, sino que todos los sectores de la sociedad deben concienciarse y aportar en la medida de lo posible cuanto esté a su alcance. Abarca tres niveles de actuación: Mundial, Local y Personal y gira entorno a 5 ejes principales: Planeta, Personas, Prosperidad, Paz y Alianzas.
Es un compromiso del mundo para el mundo.
Mindfulness, como técnica que implica el respeto por las ideas diferentes, la compasión, la conciencia, consciencia, paciencia, objetividad, desapego, empatía, amor y cuyo objetivo es la reducción del sufrimiento humano y su prosperidad, es un gran aliado en la consecución de todos estos objetivos.
Aunque quizás es en dos de ellos donde su aplicación es más directa:
Objetivo 3-Buena salud y Bienestar:
La ONU hace mención específica a la salud mental como materia de primer orden en la que poner atención y recursos.
Los niveles de ansiedad mundial lejos de disminuir han ido creciendo en estos últimos años a consecuencia de la pandemia y los momentos de incertidumbre social y económica actuales. Las tasas de suicidios arrojan datos preocupantes siendo los más jóvenes los que trágicamente encabezan estas listas.
El consumo de tranquilizantes, ansiolíticos y antidepresivos se han disparado en una sociedad que sufre víctima de un mundo acelerado, deshumanizado y cada vez más violento.
En este plano Mindfulness se plantea y considera como opción recomendada para reducir el estrés y la ansiedad y como recurso valioso para una correcta gestión de las emociones que proporcione un mayor bienestar y felicidad.
Objetivo 4-Educación de calidad:
En cuanto a la educación Mindfulness se alza como materia de enseñanza a nivel mundial, desde edades tempranas, como garantía de una sociedad futura capaz de gestionar y administrar recursos en pro del bienestar general.
La concordia y el entendimiento global y el cuidado de los más desfavorecidos intentando construir un mundo mucho más justo y equitativo.
Una sociedad que disponga de herramientas para superar y aprender de las situaciones desfavorables, propias y comunes, y en la que la consecución de objetivos personales no socave los derechos y el bienestar de otros.
Por supuesto, se contempla la enseñanza de mindfulness en todas las edades y sectores de la sociedad para ofrecer un remedio natural al sufrimiento humano.
Impacto académico de Naciones Unidas (UNAI) aborda temas como la Inteligencia Emocional, Mindfulness o Comunicación no violenta buscando la forma de aprovechar esos conocimientos para hacer avanzar el trabajo de la comunidad mundial en los ODS.
La “comunidad mindful” completamente afín a la agenda 2030, juega un papel importante en un mundo que necesita “Parar y respirar” …
«Artículo aportado y redactado por el equipo de Crea Vive Ama»